Si no hubiera retos, tendrÃamos poca necesidad de lÃderes. Para los lÃderes de todo el mundo, algunos de los retos son únicos y temporales, pero para muchos otros son comunes y están en curso.
Después de toda mi experiencia en gestión de equipos y proyectos, aquà hay cuatro retos que he encontrado que los lÃderes siempre se enfrentan, y qué hacer con ellos:
1. Ser respetados y queridos.
Demasiados lÃderes utiliza la palabra “respeto” como una excusa para no caer bien. Si realmente tuviera que elegir uno sobre el otro, entonces ser respetado es la mejor opción. Pero no querrás elegir. Ser competente en lo que hace que ganes respeto. Ser amable con la gente hace que la gente como tú crea en ti. Hacer las dos cosas toma sólo un pequeño esfuerzo adicional. No tienes por qué ser condescendiente (no vas a gustarle a todos en la misma medida), pero hay que prestar atención a cómo tratas a las personas que conduces.
2. Equilibrar las necesidades de la organización y las necesidades de las personas.
Tampoco debe ser esta una elección obligatoria, pero muchos lÃderes son mejores satisfaciendo unas u otras necesidades.
No puedes tener éxito a largo plazo si no le prestas atención a ambos aspectos. Ambas necesidades no siempre están perfectamente equilibradas, pero si la gente no se siente atendida y apoyada con los recursos necesarios, no van a producir los resultados deseados. Hay momentos en que tendrás que trabajar en las necesidades de la organización o las necesidades de las personas, y la mayorÃa de la gente entiende los sacrificios. Pero si continuamente logras resultados a expensas de tu equipo, experimentarás el resentimiento y la alta rotación.
Por supuesto, si no obtienes buenos resultados para tu organización, es probable que no te llegues a quedar para cuidar de tu equipo. Caer bien, pero no poder entregar resultados no es un buen ejemplo de liderazgo.
3. Mantener la motivación.
El error más grande que un lÃder puede cometer es esperar a que alguien más lo motive. La motivación es en última instancia un trabajo interno. Un empleador puede proporcionar un ambiente positivo y ayuda en la motivación, pero mantener la motivación es algo que un adulto responsable lo hace para sà mismo.
Hay muchas maneras de mantenerse motivado, pero sabiendo que tu propósito final es un buen punto de partida. Alto sentido de propósito es igual a una alta motivación.
Uno de los mayores puntos de falla de liderazgo es cuando “lo que” supera a “por qué.” Los lÃderes rara vez, cuando no tienen una idea clara del por qué, sà saben cuál es su propósito.
4. Mantener el foco.
Hay muchas demandas en la atención de un lÃder y demasiados lÃderes dependen de otros para determinar sus prioridades. La efectividad del enfoque proviene de saber lo que es más importante y centrarse en eso primero. No todas las distracciones pueden ser ignoradas, pero la mayorÃa pueden ser perpetuadas hasta un mejor momento para tratar con ellas.
No todas las tareas son iguales, y al igual que tener un propósito claro, tener claras las prioridades ayuda a mantener la motivación y también la concentración. Nunca confundas la actividad con el logro. Una de ellas es una entrada, y el otro una salida.
Al comienzo de cada dÃa, además de sus listas de tareas pendientes y otras herramientas de gestión del tiempo, pregúntate, “¿Qué es lo más importante que tenemos que hacer hoy?” Asegúrate de que tu equipo sepa la respuesta, también.
Aprender a mirar a retos como el verdadero trabajo de liderazgo.